Su Excelencia / Excelentísimo Señor (V.E./ Excmo. Sr) / Su Señoría y demás emperifollados tratamientos que seguro tenga, Señor Don Gonzalo Moliner, recientemente nombrado Presidente del CGPJ, se ha estrenado en su altísimo y dignísimo cargo con una nada elegante pataleta. Siguiendo el lema aquél de 'antes muerta que sencilla' que cantara hace tiempo María Isabel, ha significado y recalcado que es excesivo y tremendo que a él (¡fíjate!) le hagan viajar en el AVE o avión en 'clase turista'. Y añade que eso no es bueno para su imagen siendo quién es. Así, con un par y sin despeinarse.
Debo andarme con cuidadín con lo escribo ya que, como él mismo se encarga de recordarnos, es ni más ni menos que el sheriff de los jueces y que es, asímismo, presidente de no sé cuántas salas del Tribunal Supremo y también sigue siendo y ejerciendo de juez.... pero ganas me dan de decirle cuatro cosillas. Así en plan populacho, barriobajero, de los que viajamos no ya en 'clase turista' de AVE sino casi en mercancías.
Afirma el señor Moliner en su diatriba que le obligan a ello. Vamos a ver, excelentísimo mío, obligar, obligar, va a ser que no. Te (perdón por el tuteo) pagan el billete en clase turista, pero tú muy bien puedes (y tienes libertad para ello) pagarte la diferencia y viajar en business class, con champagne français, caviar iraní o como te salga de los mísmisimos. Tu muy ilustrísimo sueldo (130.152,60 € anuales sólo el de presi de los jueces) da para eso y bastante más. Añádele que tus gastos en chorradas banales, como coche oficial, chófer, imagino que también vivienda, luz, gas, teléfono, colegio de los niños (caso de haberlos), medicamentos y alguna pijada más, seguramente sean nulos ya que dado tu alto puesto correrán a cargo del erario público, osea, de mi bolsillo y del resto de parias españolitos, esos mindundis que te encuentras en las 'clase turista'.
Si no quiere rascarse el bolsillo (siempre es mejor que se lo rasquen los de siempre, ¿verdad?) y continúa su calvario por esos vagones de segunda no se me venga abajo, hombre! Puede que coincida codo con codo con el Primer Ministro de Finlandia (un cargo pelín más alto que el suyo) que tiene la manía de viajar en 'low-cost' y su imagen no se ve para nada empañada por ello... al contrario.
Javier Maroto alcalde de Vitoria |
Sí, ya sé que para usted, el señor Maroto es un simple alcalde que no le llega a la altura de los zapatos a todo un pez gordo Juez de entre los jueces, Presidente y más presidente de altos Consejos, Cámaras y recámaras... pero los adjetivos hacia él serán seguramente diametralmente opuestos a los usados para con usted.
Pero claro está que eso a usted se la repanocha y lo único importante aquí es su prestigio y su buena imagen a cierto nivel. No es grave que su persona y todo lo que le rodea sea ensuciado, insultado y vilipendiado por el vil populacho. A usted lo que realmente le preocupa es que su estatus, su mundillo, no se vean dañados dentro del Olímpo de los dioses patrios. Ese lugar-espacio en el que se mueve nuestra casta política, empresarial, judicial, ricachona y aristocrática; alejados y separados del mundo real, del que paga y agranda sus prebendas. Ahí sí, ahí es dónde usted teme que su "imagen" se vea mínimamente empañada.
Iba a enviarle un detallito para felicitarle las Fiestas pero como debido a mi estatus de parado no puedo permitirme el lujo de remitirle una caja de Ferrero Rocher (que dicen son muy de VIP), y como a medida que avanzaban estas líneas me he ido calentado malamente, y suponiendo que para usted una simple tarjeta navideña es como muy vulgar y zafio, me limito a prometerle no acordarme de sus ancestros al menos durante el siguiente cuarto de hora.
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