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jueves, 20 de diciembre de 2012

SÉPTIMA PROFECÍA


Esta profecía Maya nos habla del momento  en el que el sistema solar en su giro cíclico sale de la noche para entrar en el amanecer de la galaxia, dice que los 13 años que van desde 1999 al 2012 la luz emitida desde la galaxia sincroniza a todos los seres vivos y les permite acceder voluntariamente a una transformación interna que produce nuevas realidades...


Y de esto van y sacan, no sé cuántos miles de años después, que el mundo se va a tomar por dónde pican las almorranas justo el 21 de diciembre de 2012...tócate la peineta, ¡'shosho'!... Pues qué mala baba, oyes, porque me viene francamente mal. Y encima no tienen la deferencia de especificar la hora los maleducados indios despelotados éstos. Ya puestos, ¿qué más les hubiera dado indicarnos el momento exacto? Hombre! que no se puede tener a toda una humanidad todo el día que si ahora o que si más tarde, que si antes de comer o durante la siesta. Unos más, otros menos, pero casi todos, tenemos una agenda: citas, recados, obligaciones, amantes, bingo, papeleos y mil cosas que hacer... A ver: ¿voy a las 12 al dentista, con lo atravesado que le tengo, o me evito el verle la cara veterinario de fauna salvaje que tiene? ¿madrugo y voy al banco a pagar el recibo de la luz, o me doy el gustazo de indicarles con mi dedo corazón dónde pueden, tanto los plumillas monetarios como los eléctricos ladrones, asentar sus carnosas posaderas? ¿riego los geranios o que les zurzan?... que no, que muy mal, que no podemos estar todo el puñetero día de brazos cruzados esperando que ocurra. Que esa es otra, y ¿si no ocurre?. La cara de 'ecce-homo-borjense' que se nos va a quedar va a ser digna de enmarcar. Más a aquellos lumbreras que han afirmado y reafirmado hasta la saciedad que sí, que mañana todos fantasmas y espíritus; unos más errantes que otros.

Anda que no me voy a descojonar (de risa, espero) de todos esos gilipuertas 'planoencefalogramas' que convencidos del óbito planetario y creídos de poder hacerle un corte de mangas personal a 'La Parca', se han dejado los ahorros más hipoteca en búnkeres escavados en montañas, a más de dos mil metros de altura (creen en esa inundación que va a dejar en simple charco al Diluvio de Noé) o bajo tierra (los creídos en que caerá fuego atómico dejando a Sodoma y Gomorra al nivel de chisquero de mecha). Listos,  espabilados y oportunistas los fabricantes de estos habitáculos. En especial el chino ese (me cae simpático el jodido) que ha creado unas "bolas apocalípticas" con capacidad para 30 'escogidos' durante 2 meses de travesía por las tinieblas y que hasta tiene papel pintado y mantel de hule como decoración. Y como cualquier "chino" que se precie, al fondo -"no hay ploblema, señol"- pueden caber unos cuántos más. Será friki, será chino, será tan sólo carpintero (a mucha honra) pero de tonto ni un pelo: vende las pelotas a 30.000€ y ya lleva más de 20 encasquetadas... vamos, todo un "pelotazo"!. Curioso, antes las 'bolas chinas' eran para que las personas se las metieran (recomendado, oiga, no es por nada) y resulta que ahora son las personas las que se meten en ellas...

Total, que he decidido que mañana madrugaré. Iré al banco, a los recados, al dentista (el cual espero no lea esto) y regaré los geranios. Si he sobrevivido a los "finem mundi" de los años 60, de los 70, al de 1999, al del cibernético 2000, al de Paco Rabanne y la vetusta estación MIR, Nostradamus y la madre que parió a todos juntos, no creo yo que los indígenas esos (los cuales no vieron que la sequía terminaría con ellos y los aceros toledanos de los muy católicos y civilizados españoles con sus descendientes) me cisquen el solsticio de invierno... aunque no puedo decir lo mismo de los soplagaítas peperos y zetaperiles. De estos mamandurrios sí que puedo esperar un futuro muy, pero que muy jodido y negro (por esperar algo).

Por cierto, y antes de que se me olvide, un saludo a los habitantes de "Finisterre" que, hasta el descubrimiento de las américas, era el auténtico y tangible Fín del Mundo.






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